En la cultura celta, la festividad del solsticio de invierno recibía el nombre de Yule (pronunciado Ewe-Elle). El Yule designa el momento en que la rueda del año está en su momento más bajo, preparada para subir de nuevo.
Los antiguos celtas creían que el árbol representaba un poder, y que ese poder protegía y ayudaba al árbol. La encina era un árbol sagrado sobre el que los druidas recogían el muérdago siguiendo un rito sagrado. Esta tradición, heredada a través de los siglos, sirvió de inspiración para el actual árbol de Navidad.
Con la Luna sobre Cáncer es el momento de la sensibilidad estable y equilibrada. Nuestro lado más Maternal, más nutricio, se sienten bien cuidando de los demás. Los lazos familiares se hacen fuertes. La tradición cobra fuerza. FELIZ NAVIDAD.
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