La luna creciente se corresponde en el ciclo menstrual con la fase preovulatoria. Es una fase de liberación que nos permite estar centradas en nosotras mismas. Representa el nacimiento de la luz desde las profundidades de la oscuridad. Esta fase nos ayuda a disipar los miedos y la ignorancia.
En este momento podemos comenzar a llevar a cabo lo meditado durante la luna nueva, ya que disponemos de toda la energía y fuerza que nos aporta la Doncella. Es una fase activa física y emocionalmente que irá en aumento hasta la luna llena. Recuperamos la alegría de vivir, la seguridad en nuestro cuerpo y en nuestro interior, somos más sociables, más comunicativas...
La mente está clara, nuestros planes caminan hacia la realización. Nos encontramos más centradas y activas. Desarrollamos tenacidad, ambición, concentración. Priorizamos...
La luna creciente es dinámica. Después del descanso de la luna nueva, ahora nos llena la energía que representa novedad, juventud y primavera, con todo lo que eso significa. En esta fase nos sentimos activas con ganas de hacer cosas, lleno de fuerza con ganas de salir, conocer gente nueva y experimentar novedades, las oportunidades para crecer surgen por todas partes.
Esta fase lunar se llama también “Fase de la Virgen”. El cuerpo tiene energía dinámica y radiante, se siente ligero y joven. Es un buen momento para realizar proyectos y tomar la iniciativa. La mente es mas analítica y enfoca en los objetivos a alcanzar.
Fuentes: http://teholisticas.blogspot.com.es/p/mujeres-del-5-mundo-circulo-de-mujeres.html
http://mantrakadabra.wordpress.com/category/la-luna/
Imagen: http://mantrakadabra.wordpress.com/category/la-luna/
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