Historia
En Homeopatía, la “Escuela Clásica” se basa en los principios hahnemanianos de la similitud, la dosis “infinitesimal” y el medicamento único. Los grandes homeópatas del siglo XIX, como John T. Kent, se adhirieron a este punto de vista y lucharon por su aceptación. Pero Nebel, médico homeópata suizo, afirmó que ni Hahnemann ni Hipócrates sostienen la doctrina del medicamento único y más aún, que el enfermo se beneficia con la aplicación simultánea de más de un medicamento. Las ideas de este médico fueron difundidas por León Vannier, quien puede ser llamado el fundador de la “Escuela Pluralista”.
¿Cuál es la base de la concepción pluralista?
Tenemos que hablar de una
práctica antes que de una concepción. La práctica pluralista reconoce que, en
cada caso clínico, hay que tener en cuenta por una parte el análisis clínico
concreto de los síntomas físicos, lesionales o funcionales, y por otra todos
los síntomas necesarios para el descubrimiento de la sensibilidad particular
del enfermo y de su terreno crónico.
¿Cuál es su aplicación terapéutica?
En la práctica, la receta
pluralista comprende medicamentos sintomáticos y medicamentos de sensibilidad y
de terreno para estimular las reacciones del enfermo. A veces, la receta
pluralista puede no llevar más que un único medicamento cuando éste tiene en
cuenta los síntomas físicos de la enfermedad y la sensibilidad del enfermo al
mismo tiempo.
¿Cuál es el interés y los límites?
El interés del pluralismo es su pragmatismo, que se adapta a cada caso conforme con los conocimientos
médicos modernos, su eficacia y su legibilidad. Su límite reside sin duda en el
hecho de que la prescripción de varios medicamentos no facilita la apreciación
de la eficacia respectiva de cada uno, mientras que la práctica unicista, a
pesar de todas las reservas que se han hecho, aporta un conocimiento mayor de
cada medicamento.
Imagen: http://www.abchomeopatia.com/remedios-complementarios-en-homeopatia/
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