En las tradiciones simbólicas las piedras preciosas representan “verdades espirituales”. Escondidas en una cueva, protegidas por serpientes, dragones o monstruos simbolizan la sabiduría, el conocimiento y las experiencias que yacen en nuestro inconsciente .El tallaje de las piedras preciosas representan la formación del Alma a partir de la materia prima. Sus destellos reflejan la Luz Divina que habita en el Alma. En la tradición Budista las piedras preciosas reflejan sabiduría representadas por “Las Tres Joyas” del Budismo; el Buda, el Dharma y el Shangha.
El azul es el color de la paz, la contemplación y la revelación. Representa la estabilidad, la lealtad, la sabiduría y la fe. El azul es Energía Madre y se asocia con el planeta Júpiter. La influencia de Júpiter nos guía por el sendero donde las ambiciones se hacen realidad. En varias tradiciones el azul corresponde con el quinto chakra, situado en la garganta, área asociada con la comunicación, la creatividad y la valentía de expresar la verdad.
El triangulo que apunta hacia abajo simboliza la energía femenina como fuente de vida. Es energía lunar y representa el agua, la naturaleza y el cuerpo como fuente de posibilidades, la cual es la gran Energía Madre origen de todo lo que tiene vida. Estos triángulos representan ideas que están siendo liberadas del inconsciente, las cuales reflejan una conclusión o el comienzo de un cambio importante, así como también simbolizan la posibilidad y el deseo de transmitir energía para finalmente equilibrar la trilogía de cuerpo / mente / espíritu y las tres generaciones de mujeres. Señalan el camino del Alma hacia su conexión en lo más profundo del corazón.
Imagen: http://hi-light.co.kr/50188213896
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