antes de entrar en un combate importante, se pregunta a sí mismo: "¿Hasta qué punto desarrollé mi habilidad?"
Él sabe que las batallas que trabó en el pasado siempre terminan por enseñar algo. No obstante, muchas de estas enseñanzas le hicieron sufrir más de lo necesario. Más de una vez perdió su tiempo luchando por causa de una mentira. Y sufrió por personas que no estaban a la altura de su amor.
Los victoriosos no repiten el mismo error. Por eso el guerrero sólo arriesga su corazón por algo que vale la pena.
Fuente:
https://www.facebook.com/MaestriaEspiritual/photos/a.524335714293634.1073741829.505418306185375/680097615384109/?type=1&theater
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