Posología en Homeopatía


La posología en homeopatía responde a la cantidad, frecuencia de las tomas y duración del tratamiento. Pero hay determinadas reglas que son especiales e indispensables en la posología de un medicamento homeopático.

· El medicamento adecuadoLa elección del medicamento adecuado es esencial. No es como con los medicamentos clásicos de las familias de medicamentos penicilinas, antiinflamatorios, etc., en las que el médico puede escoger. En homeopatía, cada medicamento es único e irremplazable.

· La dilución
las bajas diluciones (6 DH, 4 o 5 CH) se utilizan para tratar los síntomas físicos, es decir, los síntomas lesionales; esta dilución tiene una acción directa sobre los tejidos sin depender de la sensibilidad particular del enfermo;
las diluciones medias (7 o 9 CH) se utilizan para tratar los síntomas funcionales y generales en los que entra en juego la sensibilidad del paciente; estos síntomas manifiestan una reacción particular del enfermo a su enfermedad;
las altas diluciones (15 o 30 CH) o las altas diluciones korsakovianas se utilizan cuando los síntomas expresan una reacción muy sensible del enfermo; es el caso de los síntomas comportamentales o de las reacciones crónicas del terreno del enfermo.

· La cantidadEl número de gránulos por toma es importante para que se aprovechen al máximo las posibilidades del medicamento homeopático. En la práctica, 5 gránulos por toma parece una buena posología teniendo en cuenta el hecho de que a menudo los gránulos se mastican, se tragan o se tienen poco tiempo en la boca.

· El número de tomasEste aspecto de la posología homeopática uno de los más importantes se descuida a menudo.
En una patología aguda, el medicamento debe repetirse frecuentemente: cada 10 minutos en una laringitis aguda, cada hora en una fiebre aguda, 3 o 4 veces al día en una neuralgia.
En una patología crónica, el medicamento sintomático se tomará todos los días 1 o 2 veces, el medicamento de sensibilidad varias veces a la semana. Por último, los medicamentos de terreno se tomarán una o varias veces al mes.

· La duración del tratamientoEs una particularidad del tratamiento homeopático: las tomas del medicamento deben espaciarse en función de la mejoría, y detenerlas al desaparecer los síntomas. Esta regla es verdad sobre todo cuando se trata de un trastorno funcional o general agudo en el que está en juego la sensibilidad reaccional del enfermo: en efecto, la sensibilidad reaccional puede invertirse con la curación, y el medicamento reproduce entonces los síntomas que había curado. En las patologías lesionales agudas o en el tratamiento preventivo del terreno, el riesgo es menor.

· ¿Son siempre largos los tratamientos homeopáticos? Esta afirmación forma parte de las tenaces leyendas que se adjudican a la homeopatía. En realidad, hay que saber que un tratamiento agudo puede ser muy corto, incluso inmediato: la acción de un medicamento como Apis en un edema es casi instantáneo; el de un medicamento como Drosera en ciertas toses espasmódicas que duran varios días incluso varias semanas, puede ser inmediato; por último, la acción ya conocida de Arnica sobre los hematomas es espectacular por su rapidez. Sin embargo, cuando se ha de tratar el terreno, aunque la desaparición de los síntomas agudos que dependen de este terreno puede ser muy rápida, la curación del terreno en sí mismo precisa a menudo varios meses de tratamiento.


Imagen: http://saludbio.com/articulo/homeopat%C3%AD-leyes-homeop%C3%A1ticas

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