Vitamina C y Cáncer


Angiogénesis
Los tumores son capaces de inducir –en el tejido sano que los rodea- la formación y crecimiento de capilares sanguíneos imprescindibles para su proliferación. Cortar dicho crecimiento vascular es crucial para estrangular el aporte de sangre y nutrientes al tumor. Recientemente se han introducido en el mercado algunas drogas anti-angiogénicas como Angiostatin® y Endostatin®, sin embargo, el empleo de dosis farmacológicas de acido ascórbico (vitamina C) tiene efectos superiores y mucho más amplios que estas drogas. Las dosis necesarias para este efecto en humanos están en el rango de entre 30 y 60 gramos, administrados por vía endovenosa. 


Nutrición celular

Vitamina C (inhibe la fructoquinasa, parte del ATP, alimento de las células malas)


La técnica de “cortar los suministros” a una neoplasia proviene del descubrimiento hecho por el brillante Otto. H. Warburg (Premio Nobel de Fisiología/Medicina en 1944) de que la célula cancerosa obtiene su energía exclusivamente por la fermentación del azúcar en condiciones de hipoxia (ausencia de oxígeno). Dicho proceso se denomina glucólisis (5). Las células sanas pueden obtener normalmente su energía de los glúcidos –arroz, patatas, fruta, cereales, granos, etc- usando una ruta diferente: el Ciclo de Krebs y la fosforilación oxidativa, que precisa oxígeno. Al mismo tiempo, también son capaces de aprovechar otras fuentes nutricionales que no son los carbohidratos, metabolizando finalmente proteínas y grasas. La alternativa metabólica que el organismo utiliza entonces, produce accesoriamente unos compuestos llamados “cuerpos cetónicos”, razón por la cual se ha denominado a este método dieta cetogénica. Los cuerpos cetónicos inhiben de por sí una enzima importante en la glucólisis (la fosfofructoquinasa), entorpeciendo de ese modo aun más la obtención de energía del tumor.


Fuente: http://www.oncologiacomplementaria.com/images/pdf/5.pdf

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