Los 5 Ritmos son el fundamento del trabajo corporal y espiritual de Gabrielle Roth. Constituyen un mapa de un territorio que ha fascinado a mucha gente desde hace miles de años y dicho territorio es realmente el territorio de lo que significa ser más plenamente humanos de lo que nos exige la mayor parte de la vida cotidiana.
El Ritmo es rutina impregnada de presencia mental. Es habito hecho sagrado. - Kent Nerburn
Esta práctica de movimiento la podemos definir también como un ejercicio aeróbico muy sencillo que empieza concediéndole importancia a la relación con el cuerpo y la respiración, prestándole mucha atención al cuerpo y a la respiración y de esta forma, con la ayuda de música cuidadosamente seleccionada e información guiada, lleva a alguien sin apenas experiencia o a alguien con muchísima experiencia en el ámbito del movimiento a realizar desde movimientos muy lentos hasta movimientos más enfáticos, acentuados y precisos, y desde movimientos enérgicos hasta movimientos muy suaves que reflejan fascinación, para hacerle volver a un punto de mayor quietud centrado en la respiración y las diferentes partes del cuerpo físico.
Fluido: el profesor de la fluidez y la gracia
Es un ritmo que busca encontrar una continuidad en el movimiento, mediante el que somos conscientes del peso del propio cuerpo. Es un movimiento continuo, circular, pesado, en contacto con la tierra, el movimiento de una cosa transformándose en otra, la etapa de la infancia, la madre y el elemento Tierra. Y si simplemente empezamos a seguir esto mediante el movimiento, intentando que sea continuo, este ejercicio auditivo tenderá a llevarnos a un lugar en el que escuchamos algo y empezamos a buscar la manera de expresarlo…
Stacatto: es el profesor de la definición y el refinamiento
Es el ritmo en el que expresamos lo que hemos escuchado con movimientos enfáticos, expresivos, surgen ángulos, líneas, aristas, formas y es como si hubiéramos pasado de escuchar el movimiento de la energía interior a darle forma forma física. Empezamos a decir “sí” a esto y “no” a lo otro, abriéndonos a algo o apartándolo. El ritmo del Padre, del Fuego y del Corazón. La etapa de la niñez a la pubertad. Estamos dando expresión a formas concretas, y al repetirlas y dejar que crezcan y se desarrollen, nuestro cuerpo empieza a repetir algo hasta que va convirtiéndose cada vez más en una vibración en sí misma y esto nos conduce al tercer ritmo…
Caos: el anuncio de la creatividad que busca forma
Consiste en permitir, invitar, animar, dejar ir; simplemente con concentrarnos y dejar que lo que llamamos la mente ordinaria pase a ocupar un segundo plano en el movimiento. La relajación de la mente. La integración de la energía femenina y masculina, la energía de la madre y del padre, la energía relacionada con la tierra y el fuego donde los movimientos son a la vez fluidos, continuos, circulares y se expresan donde la melodía y el ritmo se juntan. El ritmo de la adolescencia y el elemento agua. Y cuanto más nos permitimos vibrar libremente con el sonido, lo que empezamos a notar o lo que empieza a fascinarnos son las formas que está dibujando el cuerpo y es esa fascinación por las formas la que nos lleva al cuarto ritmo…
Lírico: es el profesor de la síntesis y la integración
Es el ritmo de la fascinación que produce el propio movimiento a través de olas y formas y la disolución, en cierto sentido, de la forma sólida. Aquí el movimiento está trascendiendo del cuerpo físico. Es el ritmo de la madurez y el elemento Aire. Y al dejarnos llevar cada vez más por esa fascinación por las formas y olas y la energía en movimiento en el ritmo Lírico, acabamos adentrándonos en el quinto ritmo,…
Quietud: el profesor de la compasión y la paz
El ritmo en el que existe la intención o el sentimiento o el impulso de querer manifestar la Unidad. El movimiento, quien baila, la respiración y el espacio externo “es uno” y por tanto, este es el ritmo que probablemente más se asemeja a una meditación de pie o en movimiento. Es un enlace entre lo mundano y lo mágico, lo ordinario y lo sagrado. El ritmo de la compasión y el éter. La etapa de la vejez.
La práctica continuada de los 5 Ritmos ofrece ofrece grandes beneficios emocionales, mentales, físicos, psicológicos y espirituales. Si se practica y experimenta a fondo puede llevar a una verdadera transformación.
Imagen:
http://www.capetownlive.com/live/review_view.jsp?review_id=12292
http://www.dancingground.org/workshops-2011/
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