Las características de una esencia no son siempre las mismas. Sus constituyentes activos, o las proporciones en que se hayan presentes pueden variar de una planta a otra aún siendo de la misma especie. Estas variaciones, se producen por los mismos factores que afectan al contenido en esencias y determinarán cual es la composición química del aceite esencial que de ellas se obtiene. Está composición final será la que conferirá los valores terapéuticos o de otro tipo que posee una esencia o un aceite esencial.
Mencionaremos dos ejemplos para aclarar esto:
- La albahaca cultivada en el norte de África y en Norteamérica tiene dos componentes fundamentales en elevada proporción el metilcavicol y el linalol, en cambio la albahaca procedente de la Islas Reunión, Java y Seychelles presenta un 80-90% de metilcavicol y del linalol solo aparecen trazas.
- Para que la esencia de limón cumpla los requisitos de calidad del comercio y de la farmacopea se requiere que en su composición aparezca como mínimo un 3,5% de citral. Pero dependiendo de los factores ya mencionados quimiotipo, habitat, etc, no en toda variedad de limones se encuentra esencia que alcance ese porcentaje de citral.
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