
Había oido hablar de un guerrero llamado Oisín, de su valor y de su poesía. Y había ido a Irlanda para encontrarle y llevarle a su tierra.
-"Y dime, ¿qué tipo de tierra es Tír-Na-nÓg?" -preguntó Oisín.
-"Tír-Na-nÓg es la tierra de la juventud. Es un lugar feliz donde no hay dolor ni penas. Cualquier cosa que desees se convierte en realidad y nadie se hace viejo allí. Si vienes conmigo, verás que todo esto es cierto."
Oisín accedió y se fue con ella, prometiendo a su padre que regresaría pronto a visitarlo. Pero los tres años que Oisín pasó en la Tierra de la Juventud fueron trescientos en nuestro mundo, y cuando regresó a Irlanda y preguntó por Fionn, sus familiares y la Fianna, se encontró que habían muerto hacía cientos de años y eran recordados sólo como una leyenda. Las personas que encontró en su viaje le parecían débiles y pequeños, y a ellos Oisín les parecía un gigante. Mientras viajaba a través de Irlanda, Oísin se encontró con unos hombres que le pidieron ayuda para mover una gran piedra del camino. Se inclinó para ayudarles, sin descender de su montura. Levantó la piedra con una mano y la tiró lejos, pero con el esfuerzo se le rompió la correa de la silla, perdió el equilibrio y se cayó del caballo, que desapareció al instante. Al tocar el suelo se convirtió de inmediato en un anciano. Se dice que le dictó esta historia a San Patricio, que le cuidó hasta su muerte. Mientras tanto, Niamh había dado a luz a su hija, Plor na mBan.
Fuente: http://candela123.blogspot.com.es/search?q=NIAMH
Imagen: http://alundain.faithweb.com/8-b6-ley.htm
No hay comentarios :
Publicar un comentario