La epidermis constituye una barrera impermeable a través de la cual muy pocas sustancias son capaces penetrar. Hay que pensar que la piel es una capa protectora preparada para protegernos de todo tipo de influencias externas.
Los aceites esenciales y las esencias tienen la particularidad de pertenecer a ese pequeñísimo grupo de sustancias capaces de atravesar la epidermis. Sirviéndose de los poros y los folículos pilosos son capaces de penetrar y alcanzar los capilares sanguíneos. Y una vez que se han incorporado al torrente sanguíneo, son transportados por todo el organismo y filtrados por las células y los fluidos corporales. De esta forma, en un breve periodo de tiempo la información concentrada en las moléculas del aceite esencial atraviesa la piel y alcanza cualquier parte del cuerpo.
La velocidad con que esta transmisión acontece se relaciona con el escaso tiempo empleado por los impulsos nerviosos en enviar mensajes. Esta velocidad de absorción no siempre es la misma, depende del estado de la piel, de su espesor y del estrato lipídico subcutáneo. Es por ello, que cuando lo que desea es una acción inmediata de los aceites en el organismo se aplican en forma de cremas o aceites de masaje en las partes de la piel que frecuentemente son más blandas como el abdomen o el interior de los muslos y brazos. También esto podría conseguirse aplicando las esencias a través de baños completos ya que la temperatura cálida del agua contribuye a la dilatación de los poros de la piel y su permeabilidad, lo cual, facilita sin duda la penetración de los aceites.
Un vez dentro del organismo humano cada tipo de aceite tiene mayor o menor resonancia hablando en términos de frecuencia y movimiento vibratorio sobre unos órganos que sobre otros. Se sabe así que la esencia de romero tiene mayor resonancia con el intestino; el sándalo con la vejiga urinaria; el enebro, ciprés y hojas de violeta con los riñones; el ylang-ylang, geranio y bergamota con el sistema nervioso. Esto indica que el propio organismo humano, por sí mismo, tiene la capacidad de seleccionar, reconocer y aceptar las sustancias que van a serle más útiles para mejorar su funcionamiento y preservar la salud.
Imágenes:
http://margalisteo.com/como-mejorar-la-piel-atopica-con-aromaterapia/
http://www.offerum.com/alicante/peeling-corporal-al-cacao-aromaterapia-masaje-relajante-y-mas-75726
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