Se acerca la época primaveral y con ella las clásicas alergias. Se trata de una reacción exacerbada del sistema inmunitario frente a una sustancia que reconoce como extraña —alérgeno—. Cuando el alérgeno entra en el organismo, este produce una gran cantidad de anticuerpos del tipo IgE y, desde entonces, queda sensibilizado de forma que cuando vuelva a estar en contacto con él, se producirán los síntomas típicos de una reacción alérgica.
En Micoterapia podremos abordar tanto la fase preventiva como la de tratamiento de las alergias:
La línea de prevención debería comenzar tres meses antes de que se produjese el cambio estacional para conseguir una estabilización del sistema inmunitario. Respetar esta fase facilitará que los signos y síntomas de la alergia en fase aguda sean mucho más tenues. Para esta fase el hongo indicado es el Champiñón del sol (Agaricus blazei Murrill). Este ha demostrado ser el que más rápido corrige una actividad aberrante en el sistema inmunitario. Concretamente en el caso de la alergia, su actividad se centrará en regular el equilibrio Th1/Th 2, con tendencia a disminuir las citoquinas Th2 en relación a las Th1 (Ellertsen LK et al. 2009). Además, ha demostrado poseer propiedades antialérgicas y antiasmáticas, entre otras, mediante la estimulación de las células responsables de la inmunidad innata como los monocitos, células NK y dendríticas y con una mejora del equilibrio Th1/Th2 (Hetland G et al. 2011).
Para una fase aguda recurriremos a otro hongo muy conocido: Reishi (Ganoderma lucidum), especie que desde hace miles de años ha sido empleada para tratar la bronquitis crónica. Ante casos de alergia, la actividad de Reishi frente a la alergia se explica por su carácter como adaptógeno, modulador del sistema inmunitario. La fracción triterpenoide —más concretamente los ácidos ganodéricos (C y D) y el cyclo-octasulfuro— destacan por sus propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas. En este sentido, Reishi ha demostrado poseer un componente- ácido oleico- que inhibe la liberación de histamina (Tasaka K et al. 1988).
De esta manera —y buscando la sinergia de estas dos setas— conseguiremos una doble acción. Por una parte calmando los síntomas más molestos como son la rinitis y la congestión, y por la otra regulando en profundidad de cara a futuras temporadas.
Fuentes:
www.imispain.com www.hifasdaterra.com
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