EL PENSAMIENTO DE EDWARD BACH


En la terapia floral la espiritualidad juega un importante papel en la curación de la enfermedad. Es esa gran visión de lo espiritual lo que convierte a la terapia floral de Bach en una medicina absolutamente holística y natural, pues abarca todos los aspectos del ser humano de una manera absolutamente simple y de acuerdo a las leyes de la naturaleza, sin artificios, manipulaciones ni agresiones de ningún tipo, respetando absolutamente toda ley y todo proceso natural.

Bach afirmó que si nuestros aspectos mental y espiritual se encuentran en armonía, la enfermedad no existe. Diferenció entre los remedios que resisten el mal (medicinas que mitigan y apagan los síntomas de una enfermedad) y aquellos que buscan el bien (los que buscan la curación, o desaparición de las causas primeras que producen la enfermedad). De este modo, no es la enfermedad lo que hay que combatir, sino la causa que la produce. Se debe buscar esa causa y eliminarla. Una vez eliminada, los síntomas o enfermedad (efectos) acaban desapareciendo por la ausencia de causante. Explicó Bach: "…el odio puede ser vencido por un odio mayor, pero sólo podrá ser curado por el amor…"

Según dijo Bach, la terapia floral es la continuación de las valiosas investigaciones de Hahnemann, es decir, la homeopatía.


En cuanto al origen de la enfermedad, dijo: "Las enfermedades orgánicas, tales como nosotros las conocemos, son un resultado y un producto final; son la última etapa de algo mucho más profundo. La enfermedad se origina por encima del nivel físico, más cerca del plano mental, y es enteramente el resultado de un conflicto entre nuestro Yo espiritual y nuestro Yo mortal. En la medida en que éstos se encuentren en armonía, gozamos de perfecta salud, pero tan pronto como entran en discordia, surge lo que conocemos por enfermedad. La enfermedad es pura y exclusivamente correctiva; no es vengativa ni cruel, sino el medio adoptado por nuestras propias Almas para señalarnos nuestras fallas; para evitar que cometamos más errores; para encauzarnos de vuelta por el sendero de la Verdad y la Luz, del que nunca deberíamos habernos apartado.
La enfermedad es, en realidad para nuestro propio bien, y es beneficiosa, aunque podamos evitarla si tenemos una buena comprensión de ella, combinada con el deseo de hacer el bien."

Bach nos explica entonces que el origen de la enfermedad, al no ser material, es imposible erradicarlo a través de medios materiales que aborden únicamente al cuerpo físico del enfermo. Y define a la enfermedad como “el resultado de un conflicto entre el Alma y la Mente”. A su vez considera a la enfermedad como un beneficio, ya que si se la interpreta correctamente servirá como guía para corregir nuestros defectos esenciales. Y dice así: “La enfermedad no es una crueldad ni un castigo, sino sólo y únicamente un aviso: es un instrumento del que se sirve nuestra propia alma para mostrarnos nuestros errores, prevenirnos de otros e impedirnos cometer más daños, para devolvernos al camino de la verdad y de la luz, del que nunca deberíamos habernos apartado.”

Haciendo caso de estos síntomas, o indicaciones del Alma, es decir, armonizándonos con nuestra Alma, la salud se restaura por completo. Por lo tanto, toda enfermedad es debida a algún error psicológico que nuestra parte espiritual quiere que enmendemos. Después de esto, Bach dio una explicación de lo que debería ser un hospital ideal: "…un santuario de paz, esperanza y alegría. Sin apuros; sin ruidos; completamente desprovisto de todos esos aterradores instrumentos y aparatos actuales; libre de olor de antisépticos y anestésicos; libre de todo aquello que sugiera enfermedad y sufrimiento."

Añadió después: "El médico del mañana comprenderá que él, por sí mismo, no tiene poder para curar, pero que si dedica su vida a servir a sus hermanos, a estudiar la naturaleza humana, y así comprender en parte su significado, a desear de todo corazón aliviar el sufrimiento, y a renunciar a todo para ayudar a los enfermos, entonces podrá canalizar a través de él el conocimiento que los guíe y la fuerza curativa que alivie sus dolores. Y aún así, su poder y su capacidad de curar estarán en proporción a la intensidad de su deseo y de su voluntad de servir. Entonces comprenderá que la salud, al igual que la vida, pertenece a Dios, y solamente a Dios; que él y los remedios que usa son meros instrumentos y agentes del Plan Divino para ayudar a los que sufren a regresar a la senda de la Ley Divina.
El médico ya no tendrá interés en la patología, o la anatomía patológica, ya que sus estudios se centrarán en la salud. No le importará, por ejemplo, si una deficiencia respiratoria está provocada por el bacilo de la tuberculosis, el estreptococo o cualquier otro organismo; pero sí se preocupará intensamente por saber si el paciente está desarrollando equivocadamente su aspecto afectivo. Ya no se utilizarán los Rayos X para examinar una articulación artrítica, sino que se investigará la personalidad del paciente para descubrir la rigidez de su mente.
El pronóstico de la enfermedad ya no dependerá de signos y síntomas físicos, sino de la habilidad del paciente para corregir sus defectos y armonizarse con su vida espiritual…"

 

El médico, según Bach, deberá ayudar al paciente a armonizarse con su parte divinal. De esta manera, no se tratará la enfermedad, sino al paciente mismo. Para esto, pueden ser de gran ayuda los remedios descubiertos por el mismo Bach: "La acción de estos remedios se basa en elevar nuestras vibraciones, hacernos conocer los canales de recepción de nuestro Yo espiritual, colmar nuestras naturalezas con las virtudes que necesitamos, y hacer desaparecer de nosotros el defecto que nos está perjudicando…"

Más adelante expresó algunas de las principales causas de desarmonía en el hombre: la codicia y la idolatría. La codicia de poseer la voluntad de otras personas: el hecho de controlar, subyugar o influir sobre algún ser es un hecho muy negativo, pues cada hombre debe seguir solamente los dictados de su alma, de su Yo espiritual. En cuanto a la idolatría se refiere a dejarse llevar por el pensamiento o la voluntad de alguien, actuar de acuerdo a cómo otra persona querría que nosotros actuáramos. De esta manera nos apartamos de los mensajes de nuestra divinidad, y estamos en realidad atrayendo a la enfermedad. También dijo Bach que para ser realmente libres y poder desenvolvernos plenamente según nuestra propia divinidad, debemos dejar libres a todos aquellos a quien tengamos tiranizados: sólo obtendremos la libertad cuando no se la quitemos a nadie.

Su obra “Libérese Usted Mismo” resulta también muy interesante. Los títulos de algunos capítulos de esta obra nos pueden servir para hacernos una idea del contenido de la misma:

“La salud depende de la armonía con nuestras propias almas.”

“Nuestras almas son perfectas por ser hijas del Creador, y todo lo que nos indiquen que debemos hacer, es por nuestro propio bien.“

“Si seguimos nuestros propios instintos, nuestros propios deseos, nuestros propios pensamientos y nuestras propias aspiraciones, jamás conoceremos otra cosa que la felicidad y la salud.”

“Permitir que otras personas nos impidan escuchar los dictados de nuestra alma, nos provoca falta de armonía y enfermedad. Desde el momento mismo en que el pensamiento de otra persona entra en nuestra mente, nos desvía de nuestro verdadero camino.”

“Todo lo que tenemos que hacer es preservar nuestra personalidad, vivir nuestra propia vida, ser capitanes de nuestro propio barco, y todo estará bien.”

“Una vez que nos damos cuenta de nuestra propia Divinidad, el resto es sencillo.”

“Las hierbas curativas son aquéllas a las que les ha sido dado el poder de ayudarnos a preservar nuestra personalidad.

“Para ganar la libertad, demos la libertad.”

“No hay una auténtica curación sin un cambio en la orientación de la vida. Sin paz en el alma y la sensación interior, de felicidad…”

“La vida humana y el hombre en este planeta, forman parte de una idea más grande de Creación.”

“Como en la Creación todo es una Unidad, cada uno de nosotros está ligado a todos los demás a través de una vibración energética común, superior, poderosa, que recibe varios nombres, Fuerza Creadora, Principio Cósmico, Amor Universal, o simplemente Dios.”

“Como parte de la gran idea de Creación, cada ser humano posee un alma inmortal y una personalidad mortal.”

“Íntimamente unida con el alma está el Yo Superior que, actúa como mediador entre el alma y la personalidad.”

“El alma conoce la correspondiente misión del hombre y tiene el propósito de expresarla con la ayuda del Yo superior a través de la personalidad (que la desconoce), y transformarla en una realidad concreta.”

Los potenciales que nuestra alma querría realizar a través de la personalidad, no son de naturaleza concreta. Son cualidades, ideales superiores que el Dr. Bach denomina "Las virtudes de nuestra naturaleza superior", tenacidad, dulzura, fuerza, coraje, constancia, sabiduría, alegría. Cualidades nobles del carácter, o arquetipos e ideales de la Humanidad, cuya realización en el sentido de un Gran Todo, constituye nuestro verdadero sentimiento de felicidad. Si no se cumple, se llega tarde o temprano, a un sentimiento opuesto (infelicidad). Las virtudes no realizadas se muestran desde su cara oculta como defecto, (orgullo, odio, amor propio, ignorancia, codicia etc.) Estos defectos son las causas verdaderas de la enfermedad.

Hablamos de salud cuando la personalidad de un ser humano obra perfectamente al unísono con su alma, que a su vez es parte de la Gran Unidad. Si la energía de la Creación Universal Divina se pudiera expresar a través del alma y el Yo superior en la personalidad, nosotros, los seres humanos, seríamos fuertes, sanos y felices como parte del Gran Campo Energético Cósmico en armoniosa vibración.

Hablamos de enfermedad cuando la personalidad no está ligada a través de su alma al Gran Campo Energético Cósmico. Reina perturbación, congestión, fricción, distorsión, desavenencia etc.

A diferencia de los sistemas curativos de occidente, el Dr.Edward Bach no se orienta por los síntomas negativos. Estos estados negativos no se combaten como si fueran síntomas, ya que de este modo se los mantendrían energéticamente, sino que se los inunda de vibraciones energéticas armónicas superiores que se derriten como la nieve al sol. Pues las flores utilizadas por el Dr. Bach provienen como él dice, "de determinadas plantas de un orden superior". Cada una de ellas materializa un determinado dictado del alma "vegetal" que coincide con un determinado dictado del alma en el hombre, así como una determinada frecuencia energética en el campo de la energía humana.

En el alma humana están contenidos los treinta y ocho dictados del alma de las flores de Bach, como potenciales energéticos, virtudes o chispas divinas.

La esencia de las flores de Bach restablece, como si fuese un catalizador, el contacto entre el alma y la personalidad, bloqueado en este punto. Allí donde reinaba la falta de armonía y el entorpecimiento, vuelve a fluir la vida.

Desde la confusión y limitación propias del ser humano, la personalidad encuentra otra vez el camino de vuelta a los potenciales del alma o a las virtudes que dan sentido a nuestra existencia en este planeta y le brindan armonía.

Cada proceso auténtico de curación es una afirmación de nuestra totalidad, una ratificación de nuestra salud o santidad.

Bach escribió en 1934: "A través de su alta vibración, determinadas flores, arbustos y árboles silvestres de un orden superior, tienen el poder de aumentar nuestras vibraciones humanas y dejar expeditos nuestros canales a los mensajes de nuestro Yo Espiritual, inundar nuestra personalidad con las virtudes que nos son necesarias y de ese modo lavar los defectos (de carácter) que causan nuestros males. Como la buena música u otras cosas grandiosas, capaces de inspirarnos, las flores están en condiciones de elevar nuestra personalidad y acercarnos más a nuestra Alma. De este modo nos brindan paz y nos liberan de nuestros padecimientos. No curan atacando directamente la enfermedad, sino invadiendo nuestro cuerpo con las bellas vibraciones de nuestro Yo Superior, ante cuya presencia la enfermedad se derrite como la nieve al sol. No hay una verdadera curación sin un cambio en la orientación de la vida, sin paz en el alma y la sensación interior de felicidad."

 


Fuentes:
Terapia floral del Dr. Edward Bach, Josep Ribal, 1999


Imágenes:
http://holisticwayoflife.blogspot.com.es/
http://arcanum.ca/2012/03/25/how-are-the-bach-flower-remedies-used-within-heilkunst/
http://www.aussiehealthproducts.com.au/flower-remedies.php?id=MP33BACH&Bach-Flower-Picture-Cards
http://www.liveoakacupuncture.com/services/bach-flower-therapy
http://tarayoga.co.za/treatments-therapies/bach-flower-therapy/
http://www.risorseutili.com/beauty-wellness/1896-bach-flowers-that-fight-fear-and-stress-in-high-school-exams.html
http://dogalterapininblogu.info/2010/04/
http://www.balanceartsstudio.com/restoring-balance/bach-flower-remedies/
http://silviashealingplace.com.au/the-bach-remedies/

1 comentario :

  1. Contraje #Herpes (# hsv-2) en 2013, mi médico dijo que no hay cura para el herpes. Vi a alguien publicar sobre el Dr. Ohioze, tanta gente hablaba de él, así que decidí intentarlo, así que lo contacté, entonces me respondió y me dijo que me curaría en 4 semanas y 3 días, luego compré la medicina a base de hierbas y él me envió la medicina a base de hierbas, y la tomé durante 14 días, después fui a un chequeo y me curé por completo. El medicamento NO TIENE EFECTOS SECUNDARIOS, no hay una dieta especial cuando se toma el medicamento. También cura, # HEPATITIS B, ELA, MND, EPILEPSIA, LEUCEMIA, # ASMA, # CÁNCER, GONORREA, # VIH, ENFISEMA, # GUERRA GENITAL # PARÁLISIS, # LUPUS, # ENFERMEDADES RENALES, #PSORIASIS y mucho más. Le recomendaré al Dr. Ohioze si tiene desafíos relacionados con los virus, infecciones y enfermedades. PUEDE CONTACTAR AL DR. OHIOZE PARA SU CURA: sitio web: www.drohiozeherbalcure.com. https://web.facebook.com/doctors.ohioze. Correo electrónico: doctorohioze@gmail.com. WhatsApp: +2348026153471

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